Hoy
hablamos de un reloj muy exclusivo y es que en esta ocasión la prestigiosa
firma de relojes, escrituras y complementos de lujo, ha diseñado una pieza
única en una edición limitada, solo apta para coleccionistas. Hoy en Where
is my tie?, hablamos de relojes exclusivos y en especial de esta novedad…
El Montblanc TimeWriter II Chronographe Bi-Fréquence 1.000.
Montblanc lo describe como
un triunfo de la mente sobre la materia. Es un reloj que se creó en el contexto
del concepto TimeWriter, el mismo que inspira a la “Fondation Minerva”
(fundada por Montblanc en 2008) para crear cada dos años relojes que hagan
avanzar la gran tradición del auténtico arte suizo de la relojería hacia un
futuro aún más brillante.
Si empezamos a describir
las cualidades y elementos de esta fabulosa pieza, a primera vista, veremos que
este cronógrafo de Montblanc presenta una cuestión: “¿Dónde están los botones del cronógrafo?” Como el monopulsador
auténtico que es, este reloj tiene tan solo un botón. Este está situado a las “12”
en punto, exactamente a mitad de las asas de la caja donde nadie, excepto los
expertos en cronómetros, se van a dar cuenta y entender el propósito de ello.
Por debajo del botón se
extiende la esfera que promete una gran complicación mecánica para medir el
tiempo en su forma más pura. Esta escultura en distintas capas ofrece diferentes
funciones a distintos niveles. Puede que esta descripción parezca compleja,
pero el resultado práctico es bueno y proporciona una legibilidad sin igual.
Una aguja indica la hora
del día o de la noche y una aguja en el centro de la esfera los minutos; un
disco giratorio de cristal de zafiro combinado con un índice triangular fijo
marca los segundos continuos a las “9” en punto; ambos indicadores miden el
tiempo con precisión gracias a un gran volante atornillado que oscila al ritmo
tradicional, este es muy fácil de ver a través de la esfera con fondo visible
parcial a las “7” en punto. El resto de indicadores sirven para las funciones
del cronógrafo, al que este exclusivo reloj concede la máxima prioridad.
Los indicadores del
cronógrafo empiezan con una aguja roja, centrada en el eje, que marca los
segundos transcurridos y que gira 360º cada segundo por lo que su punta
esprinta por la escala de centésimas de segundo de la periferia de la esfera.
Un doble contador a las “6” en punto tiene una aguja más larga con la punta
roja, que marca los segundos transcurridos de uno a sesenta, y también una
aguja roja, más corta, para contar un máximo de quince minutos transcurridos.
Para garantizar que toda la atención se concentre sobre el
refinamiento técnico de este extraordinario instrumento de medición de
intervalos breves, el diseño externo del Montblanc TimeWriter II
Chronographe Bi-Fréquence 1.000 resalta la complejidad y belleza de su calibre.
Ninguna esfera obstruye la vista de su complicado mecanismo, se recompensa suficiente
para el escrutinio de un connoisseur que puede ver dos balances y
numerosas palancas pulidas a mano.
Destacar la curvatura de
su caja de oro blanco de 18kt, de 47 mm dediámetro, desciende elegantemente
hasta las asas así como el botón del cronógrafo, situado en mitad de las
aletas, a las “12” en punto. Este es un diseño armonioso que encaja a la
perfección con el estilo general del reloj, al igual que el punto de presión,
ligero y fácil de palpar, y que facilita las extremadamente exactas mediciones
de intervalos muy cortos.
El reloj va acompañado de
una correa de caimán negra con una hebilla de oro blanco. Una doble hilera de
puntos de costura rojos le da un aire deportivo muy atractivo a la correa.
No es necesario decir que
la caja tiene en su parte posterior un cristal de zafiro atornillado a través
del que el propietario del reloj puede admirar los exclusivos mecanismos de este
cronógrafo y su elaborado acabado a mano sobre cada uno de los componentes.
El reloj precioso, supongo que el precio tambien lo sera
ResponderEliminarMe encanta montblanc y sus piezas, creo que tiene unos diseños muy buenos!
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